sábado, octubre 20, 2007

MIRAR PARA OTRO LADO...

Mauro tenía 18 años. Camila, 16. Ambos murieron, presuntamente, a causa del "combo explosivo": drogas y alcohol. Son hechos que denuncian la existencia de una red perversa que tiene como blanco a nuestros jóvenes. En los micros que trasladan a los chicos a los boliches se vende droga. Se sabe. Como se sabe también que durante "la previa", los adolescentes toman alcohol en exceso, comprado en lugares donde está prohibido su expendio a menores de edad, para llegar "a tono" al boliche. Nadie controla. Pero miramos para otro lado, esperando que, mágicamente, no le pase a nuestros hijos. Por miedo y cobardía. Por no exigir, de una vez y para siempre, que la Justicia haga lo que tiene que hacer y sólo acordarnos de reclamarle cuando se hace presente, por ejemplo, un Cromañón. Por ser cómplices de un poder que, también, mira para otro lado. Y por ser un pueblo con tan poca memoria, donde los valores y el compromiso quedan para mejor ocasión.
Todos somos, entonces hoy, responsables de la muerte de Mauro y Camila.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE BUEN BLOG!!
Este artículo me hace reflexionar como madre de adolescentes. Es verdad, no podemos mirar para otro lado. Si los adultos nos hacemos cargo y dejamos de buscar culpas en otros, para mirarnos hacia adentro, seguramente ayudaremos a nuestros hijos a transitar con mayor seguridad su adolescencia. Sobre todo en estostiempos difìciles que corren donde hay tantas tentaciones.