viernes, febrero 01, 2008

PARADOJAS DE NUESTRO TIEMPO


Sabias reflexiones...



Tenemos edificios más altos, pero temperamento cortos. Autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos. Gastamos más, pero tenemos menos. Compramos más, pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes, pero familias más pequeñas, más compromisos pero menos tiempo. Tenemos más títulos, pero menos sentido común, más conocimiento, pero menos criterio, más expertos, pero también más problemas. Más medicina y menos salud. Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco, odiamos demasiado, Aprendimos a armar una vida, pero no a vivirla plenamente. Hemos llegado a la luna y regresado, pero tenemos problemas a la hora de cruzar la calle y conocer a nuestro vecino. Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior. Limpiamos el aire, pero polucionamos nuestras almas, Tenemos mayores ingresos, pero menos moral. Hemos aumentado la cantidad, pero no la calidad.
Estos son tiempos de personas más altas, con caracteres más débiles; con más libertad, pero menos alegría; con más comida, pero menos nutrición. Son días en los que llegan dos sueldos a casa pero aumentan los divorcios. Son tiempos de casas más lindas, pero hogares rotos, un tiempo con demasiado en la vidriera y poco puertas adentro.
No guardes nada para una ocasión especial. Cada día vives una ocasión especial, por eso... Lee más y limpia menos, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte únicamente en las mala hierbas, pasa más tiempo con tu familia y amigos y menos trabajando. La vida es una sucesión de experiencias para disfrutar, no para sobrevivir... Usa tus copas de cristal, ponte tu nueva ropa para ir al supermercado, no guardes tu mejor perfume para esa fiesta especial y úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo. Las frases “algún día”, “uno de estos días”, quítalas de tu vocabulario. Si vale la pena hacerlo, oírlo, verlo, quiero poder disfrutarlo ahora. Si supiéramos el tiempo de vida que nos queda seguramente desearíamos estar con nuestros seres queridos, iríamos a comer nuestra comida favorita, visitaríamos los sitios que amamos. Son pequeñas las cosas que nos harían enojar. Si supiéramos que nuestras horas están limitadas, enojados porque dejamos de ver a nuestros mejores amigos, enojados porque no escribimos aquellas cartas pensábamos escribir “uno de estos días,
Enojados y tristes porque no dijimos a nuestros padres, hermanos, hijos, sobrinos, amigos cuanto los queremos, Por eso... No intentes retardar o detener o guardar nada. Cada día, hora, minuto, semana es especial...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bueno que nos refresquen la memoria sobre las cosas que realmente valen, alguien que puede parar la pelota y ayuda a reaccionar.
Bueno tu espacio, sale de lo común