Una niña de dos años fue hallada culplable de un accidente en ascensor. No...no es una broma. Es, simplemente, una prueba más de nuestra "maravillosa" justicia (y la escribo con minúsculas adrede). La menor cometió el "desatino" de meter un pie a través de la puerta de un ascensor en movimiento.
El hecho tuvo lugar durante un período en que se había suspendido momentáneamente la norma que obliga a reemplazar las peligrosas puertas "tijera". Ok. Entiendo. Si la nena no hubiera puesto el pie...no hubiera pasado nada. Bien. El consorcio no es responsable. De acuerdo. Pero la nena tampoco.
El hecho tuvo lugar durante un período en que se había suspendido momentáneamente la norma que obliga a reemplazar las peligrosas puertas "tijera". Ok. Entiendo. Si la nena no hubiera puesto el pie...no hubiera pasado nada. Bien. El consorcio no es responsable. De acuerdo. Pero la nena tampoco.
El caso es que, para nuestra justicia, a los dos años uno ya es dueño de sus actos y puede medir sus consecuencias.
Un aplauso a la criteriosa Cámara Civil de la Justicia Porteña , que dictó un fallo ejemplar. Sentó precedente. De aquí en más será posible juzgar a los niños cuando cometen actos "terribles", como robarle el chupetín a un compañero o sacarle la lengua a la maestra. Los niños son conscientes de sus actos. Al que le quepa duda...que tome la palabra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario