Todo por el ratting. Y no está tan mal, ¿no?. Digo. Quienes están en el medio tienen derecho a ganar la batalla. Y uno, como televidente, hacer buen uso del control remoto. Por eso, aunque no consumo sus productos, chapeau para Marcelo Tinelli, que no escatima en recursos, con excelentes resultados numéricos.
No consumo, repito, a Tinelli. Pero si reconozco que me causa morbosa curiosidad y hoy miré el final, sólo la sentencia, del “Bailando Kids”. Ese morbo que el control remoto, justamente, permite. Es entonces cuando me pregunto, después de ver a chicos muy pequeños llorando...¿qué mierda tienen en la cabeza los padres que los exponen, justamente, a tanta exposición?.
Niños que deberían estar en el colegio -¿cómo hacen para seguir con sus clases los que vienen del interior, entre viajes y ensayos?- y el resto del tiempo jugar, están en el medio de una pelea feroz por el ratting, vestidos como adultos, bailando como adultos, jugando un juego de adultos que sólo tiene por objetivo alimentar el narcisismo parental.
“El nene me baila en lo de Tinelli, ¿vió?”. En fin. Y pienso yo...¿dónde están las autoridades encargadas de protegerlos? Demasiadas preguntas sin respuesta, mientras la rueda sigue girando y en el medio de ella chicos en pos de una fama tan efímera como la niñez que sus propios padres, responsables de tanta locura, no les permiten disfrutar.
sábado, mayo 09, 2009
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